sábado, 22 de junio de 2013

ROMPER CON EL PARADIGMA

Ensayo sobre la sensualidad patrimonio natural del ser humano

ROMPER CON EL PARADIGMADescarga en PDF



Foto: Alón Ambergu


Sin acudir a principios científicos, por mera observación, los seres humanos recibimos sensaciones de todo aquello que nos rodea a través de los cinco sentidos: la vista, el oído, la lengua y labios, el olfato, los dedos y manos, son ventanas abiertas en nuestro cuerpo para percibir ciertas variaciones sensoriales, que si son positivas nos causan deleite, y si arrastran cargas negativas nos hacen daño. El cuerpo en general puede ser receptor y emisor de una gran carga sensual. Una suave brisa sobre el rostro, la contemplación en una puesta de sol paseando por la playa con los pies descalzos, las caricias de la persona amada, un apretón de manos entre amigos, o una sesión de masaje escuchando simplemente el silencio. Las sensaciones conscientes propiciadas por estímulos propios o ajenos, configuran nuestra sensualidad. Los animales también reaccionan ante cualquier estímulo de acuerdo con claras o veladas  muestras de agrado, desagrado o indiferencia. Es evidente que no es preciso ser versado en ciencia, para saber que la sensualidad toma parte del reino animal y es suficiente la simple observación para comprobarlo.
El primitivo instinto de procreación y conservación ha jugado un papel evidente en la evolución de las especies. Además de los cinco sentidos captores de la sensualidad, la naturaleza les ha dotado de la atracción sexual. El macho busca a la hembra arrastrados en época de celo para la copula y de este modo garantizar la supervivencia de su especie. Sin embrago la sexualidad en el ser humano, aunque tenga el mismo fin, es mucho más compleja y se pueden apreciar muchos matices. La mujer y el hombre no están a expensas del periodo de celo como el resto de las especies. El libre albedrío decide cuándo y con qué fin se produce el ayuntamiento sexual. La naturaleza que ha dotado de sexualidad a mujeres y hombres, no está al servicio exclusivo de la procreación. Más aún, la sexualidad enriquece sobremanera la sensualidad que proporcionan los cinco sentidos, de los cuales estamos dotados. Sin profundizar en la antropología del ser humano, se puede constatar que aunque el aparato genital reproductor de ambos sexos, encuentre su último fin en la procreación, de ninguna forma es exclusivo y excluyente de otras manifestaciones sensuales y sexuales. Esta evidencia promocionada por la naturaleza, no siempre ha sido interpretada por el hombre de este modo.




Foto: Alón Ambergu

CONTEMPLACIÓN

El verbo se ha clausurado,
el silencio se hace salmodia
y el trino de los vencejos,
interrumpe la madrugada.
Resaca de noches engolfadas
con las mieles del amado,
droga cotidiana de eunucos,
del infierno escapados...
¡Qué días preñados
de sol y luna!.
¡De muerte y vida,
embriaguez y locura!.
¡Oh! noches aladas,
colmadas de angélicos aquelarres.
Fiestas vividas en íntimas estancias,
llenas de inconfesables placeres;
sufriendo en las almas,
la divina ausencia.
Bendita incomunicación,
pórtico y flagelo de mi vida,
lecho mortuorio de mis sentidos.
¡No me pidas regresar
de esta locura...!
¡Me atrapó…!
Antes de nacer o antes de morir.
En un principio o al final.
Siempre o nunca.
¡Déjame que me abandone
en mi afán!
Hora tras hora.
Salmo a salmo,
hasta el final...
                                         P.T.

Nota.- Agradecemos la colaboración anónima y desinteresada de las personas que nos han aportado su experiencia personal en este campo. Pero ha habido otros colaboradores que han preferido firmar sus valoraciones y así lo hacemos constar.

Descarga en PDF del ensayo completo:

 ROMPER CON EL PARADIGMA

Descarga de PDF'S que ilustran y apoyan aspectos del ensayo:

El macho ibérico

La contemplación

Eros

Lección magistral sobre Sexo y Género